FRANCISCA BLÁZQUEZ
DIMENSIONALISMO
La Casa do Brasil
les invita a la exposición de artes plásticas
"Dimensionalismo"
de la artista
Francisca Bázquez
Inauguración 13 de enero a las 20 hs
Casa do Brasil
Avda. Arco de la Victoria S/N
28040 Madrid
Tel: (34) 91 455 1560
Fax: (34) 91 543 51 88
e-mail: adm@casadomadrid.org
Del 13 al 23 de Enero. Lunes a Viernes de 10 a 14 hs y de 16 a 22 hs
Sábados de 10 a 14 hs.
www.artesur.com/ispana
www.artesur.com/web/fblazquez
Francisca Blázquez, la dimensionalidad global
Viaja a través del interior de la forma, buscando otras formas, efectuando nuevas incursiones en mundos estructurados, o no, cruzándose con formas, que se sustentan en el aire, que flotan en el universo, que gozan de autonomía plena, como si estuvieran en trance o meditando, despidiendo alegría, efervescencia, espiritualidad, elegancia, belleza, contraste pero también solidez, coherencia, materia, cromaticidad y fuerza. Son formas que son libres, que ofrecen su singularidad, su grado de complejidad que nos atrae, porque, en el fondo, se trata de agrupaciones de materia que van más allá de su propia esencia.
Se trata de un viaje hacia el movimiento de la forma, buscando la perfección del detalle, la planimetría espacial, pero, sobre todo, la incidencia de la luz en un medio no rígido, absolutamente cambiable, que tiene por momentos distintos escenarios. Es como si se representara una escena en diferentes actos, buscando el cambio continuo, la fuerza de la transformación, que impulsa a la propia forma al cambio.
Todo es energía, tanto la luz como la materia. Una gran concentración de materia se convierte en energía, porque todo es movimiento. De esta manera la artista no busca congelar momentos, captar instantes, elucubrar sobre la base de situaciones determinadas, sino que plasma el momento mismo del cambio, pero no para inmortalizarlo, sino para que el espectador se sumerja en su interior y continúe el viaje, guiado por su imaginación. No se trata de construir, escenificar escenarios sólidos, hieráticos, inconmovibles, sino estructuras que se encuentran en actitud de cambio. Su objetivo es bucear en el marasmo interior de la forma, que es geométrico, pero que se encuentra encendido, cual antorcha, en busca de su propio significado en un mundo de significados en los que la interconexión es constante.
En ocasiones, un análisis más en profundidad de su obra nos lleva sorpresas como el considerar formas jamás vistas, de otro planeta, procedentes de distintos sistemas solares, de medios en los que no hay una identificación posible.
Todo ello es producto del viaje, en el que también interviene su mente, sentimientos y sensaciones, que se nutren de finos y delgados hilos de inteligencia, que convierten las formas geométricas en parte de un sistema de conexiones sensibles, delicadas, interiores, dotadas de humanidad, porque son, en realidad, parte de la propia existencia. No se trata de disociar entre lo que es racional y lo que es emocional y espiritual. Nos habla de un mundo en el que todo está interconectado, en el que todo es parte de un microcosmos que, a su vez, se integra en un macrocosmos. Y, cada microcosmos, es una nueva entidad, asociándose unas con otras. La unidad de todas es el movimiento que transforma la forma, que nos guía por el cambio constante, hacia otras dimensiones. No hay posibilidad de compartimentar espacios, de estancar formas, de construir para delimitar. Todo está abierto completamente, sin trabas, al libre albedrío, sujeto a la interactuación, a la libertad de criterios, a la operatividad por sí mismo.
La luz es energía, transmite información, viaja a altas velocidades, pero también es un símbolo de pureza energética, de esencialidad, de culminación de un desarrollo. De ahí que, constantemente, todo vaya concadenado, en el sentido de penetrar en un ordenamiento en el que la teoría de contrarios se estructura para dar coherencia a un mundo en el que todo es sutil y a la vez evidente, en el que el polo positivo no existe sin el concurso del negativo. Francisca entra dentro del cosmos universal, de la masa crítica, de la densidad, viaja a través de la luz, captando sus matices, insertándose en sus recovecos para profundizar hasta en los más mínimos detalles, en los que todo tiene una coherencia absoluta. La luz como base, a partir de las que todo se transforma, en la que las formas cobran las maneras y aspectos más extraordinarios, en que la materia se vuelve elegante, porque en su propia belleza descansa el enigma que encierra su secreto. No hay magia por sí misma, sino es, en el proceso de la búsqueda, donde se halla la efusividad de la geometría. De ahí que sean formas futuristas, inimaginables, surgidas de otras dimensiones, procedentes de mundos fantásticos, extraordinariamente puros, en los que el movimiento, la energía en si misma, la belleza de cada elemento se convierte en parte integrante de una belleza superior. Se trata de una suma de belleza que va a conseguir exhibir la gran belleza del mundo, cosmos, universo, galaxia y en la que solo existe la pureza, porque es en ella donde el amor y la verdad se armonizan y van en busca de la transformación pura.
No se puede hallar la luz si el camino está lleno de impurezas. Es necesario romper con las dimensiones habituales, congraciarse con las huestes espirituales, buscar e ir más allá de las circunstancias para instalarse en la nube celestial de la luz que nos guía. Trabaja en acrílico sobre tela, composiciones caracterizadas por formas que no son de este mundo, que se nutren de otros mundos, que no es que se encuentren, exactamente, en lejanas galaxias ni en mundos extraños, sino que proceden de un tipo de dimensiones que no se rigen por los parámetros físicos ni químicos. En ocasiones pretendemos hallar con la explicación científica consecuente, datos, estructuras, formas, maneras y mundos que no poseen una configuración biológica, que no parten del proceso de acción-reacción, que no son consecuencia de una deducción, sino que poseen fuerza, autonomía, potencia e integridad suficiente para auto generarse, volverse más competitivas y ser coherentes Existen formas que se generan sin aparente lógica, que surgen como por arte de encantamiento. Pero, además, en el caso de Francisca Blázquez todo tiene su explicación, dado que es una artista completa, que domina muchos lenguajes plásticos y disciplinas artísticas, desde la pintura, escultura, obra gráfica, instalaciones y arte digital, pasando por la joyería, fotografía, video creación, animación artística digital, danza, jazz, experimental y otras expresiones.
Está en continúa búsqueda espacial, que se nutre de la dinámica cinética, de la idea de movimiento que rige el mundo, que aplica de manera constante, para generar una sensación de transformación continua. Pero, todo ello, tratado de tal manera que no resulte agresivo, sino armonioso, bello, audaz y elaborado. De ahí que sea más sutil que otros artistas, que indague en la porosidad de las almas, para comprender que la evolución es más compleja, es producto de una actitud de dinamismo en sí misma, coherente, natural y evidente. No es generar movimiento para buscar complemento, sino que la energía se sume y la transformación sea una evidencia, sin casi buscarla, considerada como consecuencia lógica, sin ataduras, como elemento de progreso natural.
No hay vehiculización extraña, sino controles de la propia idiosincrasia, de las circunstancias que nos rodean para que el desarrollo geométrico de las formas no tenga límites, se exprese con luz, ayudada de la energía central del universo y de su imaginación rebosante de serena pureza.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
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