sábado, diciembre 17, 2005

Aplazan en Turquía el juicio a Orhan Pamuk



Acusado de “injurias contra su país”, el novelista turco más reconocido internacionalmente debió ser juzgado ayer por tribunal.




El narrador avanzó con dificultad hasta la sala del tribunal donde un grupo de nacionalistas turcos lo recibió entre abucheos e insultos. Foto: AP
El juicio contra el escritor turco Orhan Pamuk por “ultrajar la identidad turca” fue pospuesto ayer hasta el 7 de febrero, según comunicó a la prensa en Estambul el legislador alemán Cem Ozdemir, quien participó como observador del Parlamento europeo en la media hora de sesión.

El tribunal rechazó una solicitud del abogado de Pamuk, para que su cliente pudiera declarar ayer. Los jueces aseguran que quieren esperar a que el Ministerio de Justicia tome una decisión acerca de si se debe aplicar a Pamuk el nuevo o el antiguo código penal. Añaden que por cuestiones relativas que el aplazamiento se debe a la nueva ley que convierte la injuria a la identidad nacional en crimen puede ser aplicado a este caso concreto.

Pamuk, autor de novelas aclamadas por la crítica internacional como Mi nombre es Rojo, Estambul (traducidas al español), podría ser condenado hasta a tres años de cárcel por declarar a un diario suizo en febrero que ningún turco está dispuesto a lidiar con los penosos episodios del tratamiento acordado a la minoría armenia del país o con sus continuos problemas con sus 12 millones de ciudadanos kurdos.

El escritor fue acusado por considerarse que su frase “30 mil kurdos y un millón de armenios fueron asesinados en estas tierras, y nadie excepto yo se atreve a hablar acerca de ello” constituyó un insulto para la República turca. Turquía niega que haya tenido lugar un genocidio durante la guerra y sostiene que la cifra de armenios que murieron es mucho menor.

El país también es extremadamente sensible en temas relacionados con los kurdos desde que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) inició la lucha por la independencia y la autonomía a comienzos de los 80.

Los abogados del novelista alegaron que los comentarios de Pamuk se efectuaron varios meses antes de que se aprobara la ley. La próxima audiencia ha sido programada para el 7 de febrero del próximo año.

Numerosos periodistas turcos y extranjeros, así como activistas de los derechos humanos acudieron hoy al tribunal. Pamuk avanzó con dificultad hasta la sala, donde un grupo de nacionalistas turcos lo recibió con abucheos.

Las repercusiones

El juicio es considerado por la Unión Europea como un examen a las reformas políticas y la libertad de opinión en Turquía. La situación por la que atraviesa el novelista pone en la mesa dos discusiones: el estado de las libertades sociales en Turquía y la persecución política a escritores y periodistas.

La decisión del juez Metin Aydin, de que el Ministerio resuelva previamente si se juzga a Pamuk por insultar el honor nacional, obliga al poder político a tomar la ardua decisión de seguir adelante o no con un juicio de gran repercusión al que se opone la Unión Europea.

El jefe de una delegación del Parlamento Europeo que asiste al juicio, suspendido a la media hora de comenzar, advirtió que éste era “muy perjudicial para la imagen de Turquía en Europa”. Turquía inició negociaciones para entrar a la UE el pasado 3 de octubre. El conservador holandés Camiel Eurlings advirtió de que las consecuencias del juicio de Pamuk para las negociaciones de adhesión “podrían ser enormes y podrían ser negativas”.

En una breve declaración a la prensa, Pamuk dijo que “no es bueno para Turquía, para nuestra democracia, que estos casos sobre la libertad de expresión se prolonguen”.

En el tribunal, el europarlamentario Denis MacShane, ex ministro británico para Europa, dijo que “la acusación de insultar al estado es algo que uno asocia con regímenes dictatoriales, no con un estado europeo moderno. Esto es un golpe a los partidarios del ingreso de Turquía a la Unión Europea”, afirmó.

Desprestigio a la democracia

Considerado un puente entre la civilización occidental y oriental al iluminar con su obra la historia de Turquía, el autor de obras emblemáticas Nieve (su más reciente novela con tintes políticos, editada en español por Alfaguara) ha explicado en diferentes ocasiones que cuando un escritor expresa sus opiniones políticas, no significa que apoye a un partido o a otro, “es natural que use su voz, su fuerza, para dar a conocer los problemas sociales”. Asimismo, ayer, al presentarse en el tribunal lamentó que casos como el suyo desprestigian la democracia turca.

Pamuk, de 53 años, que hace poco fue distinguido con el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, puede ser condenado a más de tres años de cárcel en caso de será declarado culpable.

Fuente Milenio.com