Un poema de Marisol Wexman
CON UNA COPA DE SU SEDOSO VINO me acerco a los trozos desflorados de otra historia que no me pertenece, en la que yo no estaba. No me toques. El televisor me muestra "los días de nuestra vida", hay huellas en la alfombra de las patas de una cama, revistas de enfermería en las gavetas, cuentas añejas de agua que ni bebí y ni se ha evaporado. Qué frágil me vuelvo. Tropiezo con un piano de cola, importado de Chile, qué hacer si no amarizo en este sitio. La calefacción a 72 grados Fahrenheit, se enfría mi elocuencia, nieva. La leche tiene gusto a leche, leo el diario del domingo. Preparo la maleta. Sientes cómo viajo, cómo dejo de pertenecerme. Desde el gigantesco plato del satélite, me penetran dos caballos apoya-libros. ¿Querrías que todo comenzara de nuevo? Sintonizo con mi propia voz grabada en el contestador. La fiesta enmudece. Alguien cierra las cortinas. Creo que yo misma. La borrosa sombra de una mujer me expulsa a la calle y se ríe de mi llanto. http://www.noticias.nl/mwex/index.html |
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