PENA DE MUERTE / Español condenado en Filipinas
Las firmas recogidas por Qué! en apoyo de Paco ya están en el Congreso

Por Óscar Gutiérrez

Periodista Digital

Jueves, 19 de mayo 2005
Son más de 100.000 las firmas que el diario Qué! se había propuesto recoger en apoyo de Francisco Larrañaga, reo español condenado a muerte en Filipinas. Ha recogido casi 120.000 a través de correo convencional y e-mail. Este jueves, el diario Qué! ha acompañado a la familia Larrañaga hasta el Congreso en el que todos los grupos parlametarios han apoyado una declaración institucional en la que se afirma el convencimiento de la "inocencia" de Paco.

Rodeados de medios de comunicación, la familia del preso español, junto a periodistas del diario Qué! y del documental que sobre Paco se presentó la semana pasada, ha sido recibida por los portavoces de los grupos parlamentarios (entre ellos Juan Moscoso -PSOE-, Gaspar Llamazares -IU-ICV- y Gustavo de Arístegui -PP-). Una comisión parlamentaria vivistó a Paco en su prisión de Filipinas en el mes de abril.

En la declaración institucional, el Congreso ha reclamado justicia y ha instado al Ejecutivo a que siga ejerciendo toda su fuerza consular en Filipinas en favor del reo español.

Datos del caso

Paco Larrañaga, hijo de un pelotari vasco y de madre filipina, fue condenado en 1997 a cadena perpetua tras un juicio plagado de irregularidades y violaciones a sus derechos. Siete años más tarde, en febrero de 2004, el Tribunal Supremo del país asiático subió su condena a muerte durante la apelación.

El día en que se cometieron los crímenes de las hermanas Chiong en Cebú (Filipinas), Paco se econtraba en Manila, a 570 kilómetros, haciendo un examen en la Escuela de Artes Culinarios. El tribunal de entonces no escuchó el testimonio del acusado ni admitió la declaración de 35 testigos entre profesores, alumnos y guardias de seguridad de la escuela, que juraron ante notario que Paco estuvo con ellos ese día.

El juez descartó también como pruebas los documentos, fotografías, billetes de avión y registros de la Universidad presentados por la defensa, encarceló a su abogado por denunciar las irregularidades y se suicidó tras imponer la condena. El testigo en el que se basó la acusación recibió inmunidad a cambio de su declaración y desde entonces se encuentra en paradero desconocido. Al igual que en el caso anterior nos adherimos a cuantas iniciativas activas para conseguir la repatriación de nuestro compatriota y la celebración de un juicio sometido al Estado de Derecho que lamentablemente parece ausente de la vida cotidiana filipina.
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