domingo, enero 30, 2005


Este viernes pasado vino a mi un poemario de los que dejan huella, de los que duelen de puro placer al leer. “PALLABRES DE PAYASO” de Miguel Allende, en una magnífica edición de Trabe de finales de 2004. Desde la capa con ilustración de Jean-Michel Basquiat (Max Roach 1984) y transitando por la totalidad de los poemas me encontré como pez en el agua del Nalón, del Hudson, de todos los ríos que recorren nuestras pobres vidas de clowns, irreverentes, pero nunca domesticados del todo por el poder. Tuve la oportunidad de hablar brevemente con Miguel y el placer de escuchar de sus propios labios el poema que abre el libro, “FALA’L PAYASU DENDE LA SO TUMBA”, y no pude reprimir mi identificación total con el personaje. Así se lo hice saber. Después en la tranquilidad de mi casa pude saborear todos y cada uno de los poemas y os lo juro hace tiempo que un poemario no me hería de esta gozosa manera. Seré por siempre un masoquista de la letra escrita, no lo niego, pero de la bien escrita de la que se cuela por la piel, por los ojos y se instala para siempre en los recovecos del cerebro. LEEDLO, os aviso sólo una vez más.

Posted by Hello