viernes, septiembre 24, 2004

Cierta Cita


Mañana a la hora en que los mayores tomaban el vermú y comían unas aceitunas tenemos una cita con dos amigos que se quieren. Allí estaremos todos a una, como antiguamente pero más jóvenes, más fuertes, más estupendos, más ilustrados. Luego comeremos con fruición los manjares que tengan a bien ofrecernos y haremos de la sobremesa ese momento de feliz reunión y charla. Viejas y nuevas músicas nos acompañarán aunque sea imaginariamente. Ellos se quieren y nosotros les queremos también a ellos. Perdimos una aldea allí, en ese sitio que ya es conurbación de Sam City, pero ganamos una pareja que se quiere. Como decía un general viejo y pequeñito "no hay mal que por bien no venga". Adios a la aldea y bemvidos amigos de peito: Teresa y Francisco José (que raro me suena llamarte así, Lauro).
Va por ustedes.Salud y Poesía.