sábado, junio 18, 2005

Nocturno



nocturno (para flauta doble) II

esos gatos sin dueño que, de vuelta a casa,
nos asombran rondando las aceras,
ágilmente controlando nuestros pasos
o despachando su celo de un modo que los hombres
creemos olvidado,
de alguna forma son como nosotros mismos.
Sobre todo si es muy tarde y el alcohol
nos hace inexplicables solidarios
con toda especie de seres o de sombras
que nos recuerden que no hay nada en esta vida
más deplorable al fin que haberse muerto.

Alberto Vega. "Cuaderno de la Ciudad"


A la memoria de los hombres buenos que estos días nos van dejando un poco más huerfanos (Alvaro Cunhal, Vasco Gonçalves, Eugenio de Andrade et alia)