Tumbos
9. Tumbos En Quien Un Imperio Evoca Rigurosamente Otro Todas las noches tres veces se hace el recuento de los habitantes autorizados a vivir en la ciudad Por esa razón no son cerradas las puertas de las casas hecho que llevaría a un observador apresurado a pensar que allí se regresó a la franqueza de las costumbres de la edad de oro Es sin embargo un punto controvertido Si importa que las casas estén permanentemente abiertas para que los censores no pierdan tiempo Tanto más cuando son tres los recuentos como quedó dicho El primero a media noche dos horas después del retiro obligatorio El segundo a las tres y el tercero de madrugada cuando el cielo todavía no clarea De invierno o de verano las personas duermen destapadas pero vestidas lo más que puedan excepto una pierna a partir del muslo hacia abajo y la cara para respirar Si fuese posible taparían la cabeza dejando apenas la pierna descubierta Porque los censores precisan de tocar la piel de estos adormecidos que raramente duermen El primer recuento es hecho por los ratones el segundo por las cobras y el tercero por las arañas Los habitantes prefieren las cobras y los ratones aunque sea repulsivo el contacto frío y escamoso de las cobras y el arañar fino de las uñas de los ratones El mayor de los horrores lo traen las arañas A pesar de que sean genios geométricos y matemáticos maliciosamente hechan mucho tiempo en contar mientras pasean sobre los rostros despavoridos desplazándose en sus trémulas y altas patas Todas las noches enloquecen dos o tres habitantes de la ciudad |
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