jueves, junio 10, 2004

Esperanza


20



Todas las calamidades habían caído ya sobre la tribu al punto de hablarse de la muerte con esperanza
Un poco más y el suicidio colectivo sería votado y decidido
De este modo por la planicie infinita las voces inseguras se iban poco a poco callando como si la próxima parada fuese la última y lo supiesen
A media tarde las nubes cubrían el cielo y una vaporosa lluvia el suelo de lodo y los hombres con mayor desesperación
Espetaron en la tierra las estacas que eran los pilares de sus habitaciones transportadas y sobre ellas los paños que quedaban de los tiempos en que pocos aceptarían semejante abrigo
Este era el miserable rebaño la piara la manada entregada a los pastos naturales a las lomas pedregosas y hoy a la frialdad esponjosa de una lluvia que rascaba los huesos del cráneo
Casi de noche el hombre y la mujer que se habían escogido para alejarse siempre en la dirección de un bosque que cerraba el cielo
Porque la miseria era extrema y la muerte tal vez viniese más deprisa si las víctimas se mostrasen al descubierto
Sin embargo no sucedió así y debajo de los árboles la gran oscuridad redobló el miedo pero no mucho
Entonces abrazados el hombre y la mujer sin una palabra suplicaron
Y el árbol en el que se apoyaban transidos se abrió por una razón nunca explicada y los recibió dentro de si juntando la sabia y la sangre
Todas las aflicciones se acabaron en aquel instante y la lluvia corría por las hojas y por los troncos como alimento hasta el suelo que las raíces lentamente trabajaban
Así pasó la noche sobre esta paz que no conocía pesadillas
Más al amanecer se oyó del lugar donde quedó la tribu un enorme alboroto un estruendo de gritos y alas y aullidos de metal
Y la mujer y el hombre abrazados dentro del árbol supieron que sus hermanos sufrían una vez más el asalto de los ocupantes y de las fieras
En el año 2093 todavía se contará que cien años antes fue visto un árbol salir del bosque andando sobre las raíces y hacer de sus ramos lazos y lanzas y dardos de las hojas agudas
Y también se dirá que después allá donde fuese la tribu el árbol iba caminando sobre las raíces
Y que debajo de él se abrigaban por la noche o cuando el sol quemaba a los otros hombres y a las otras mujeres que en los primeros días todavía recordaban a los compañeros desaparecidos para siempre en aquella noche en que la muerte casi fue el destino seguro de la tribu
Y todo esto se dirá en los más felices tiempos de 2093