sábado, junio 26, 2004

Un leve aleteo



http://pucheroquitapenas.blogspot.com/

Concurso


Premio Juan Rulfo 2004, de novela corta. (30 de agosto de 2004).
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1° Se puede participar con una obra en lengua española, original e inédita. Tema libre.

2° Su extensión: ochenta páginas mínimo y no exceder ciento veinte páginas, veintidós líneas por página, mecanografiadas a doble espacio y de un solo lado.

3° Al ganador se le otorgarán 9.000 euros.

4° Al final de la obra deben figurar nombre, apellidos, teléfono, dirección del autor y su dirección electrónica, si la tuviera. Los originales no serán devueltos ni se remitirá acuse de recibo. Enviar un solo ejemplar.

5° El plazo de admisión de las obras se cerrará el 30 de agosto de 2004. El matasellos de correos dará fe de la fecha de envío.

6° El fallo del Jurado se anunciará a mediados de diciembre de 2004.

Jurado: Juan José Saer, Eduardo Manet,Javier Cercas, Julián Ríos, Manuel Rivas, Paco Ignacio Taibo II, Aline Schulmann, Florence Delay, Michéle Gazier, Raphaelle Rerolle, Claude Fell, Michel del Castillo, Alberto Bensoussan, Jorge Volpi, Patrick Rosas, Fernando Aínsa y Ramón Chao.

7° Los autores de las obras premiadas ceden los derechos a los organizadores para su publicación y difusión. Las obras premiadas podrán ser leídas visitando www.rfi.fr y www.fondachao.org.

8° El envío de las obras deberá hacerse a :

RADIO FRANCIA INTERNACIONAL
Servicio de lengua española
Concurso "Juan Rulfo"
116 Avenue du President Kennedy
75786 - PARIS CEDEX 16
FRANCIA

Más información: premios.rulfo@rfi.fr



Más premios y convocatorias: www.estandarte.com/concursos/certamenes.shtml
Envíanos más bases de premios literarios: editor@estandarte.com




jueves, junio 24, 2004

Estou a seguir



Cinzas, só cinzas,
Intangiveis manifestações de nos.
Zuído no zambujal do desejo.
Acre o sabor de nosso rasto.
Manequím preguiçoso
Fiqué deitado no chão

miércoles, junio 23, 2004

Fico deitado


No chão
Sob a advocação
Da malandrice
E o pequenique.


lunes, junio 21, 2004

En cada rostro igualdad



Vuestros rostros y los nuestros
No hacen sino uno, yo.
Tan igual a mi mismo
Pero siempre distinto.

El resto de nosotros



Hoy nosotros
Es apenas
Yo.

Un apenas
Deshilachado.
Un yo
De esa manera.

Arquitectura efímera
Que se vuela.
Restos intangibles
De la inmensidad menuda.


sábado, junio 19, 2004

Sábado


Aún me gusta el viejo y gastado rock'n'roll apesar de esta mierda de mundo

sábado, junio 12, 2004

Apenas dos






Apenas dos
Así tomados
Que parecen muy poco,
Que se tienen que tocar,
Que para verlos
Se necesita enfocar.

Apenas dos
Así tomados de uno en uno
No son nada, son como polvo.
Lenta e inexorable
Avanza la erosión
De lo que nunca fue.

Itinerario

Itinerario



¿Escribirte porqué? Cuando los habitantes tributarios del poema descienden a los márgenes
Sombríos de la ilicitud y la luz gráfica de la amargura teje los hilos dolorosos del sortilegio,
Y el cuerpo arcilloso de la vigilancia exhala la corrupción articulada del doble…

He aquí el porqué ─porque las músicas dolientes navegaron el otoño
Alpino del sueño. Ahí, junto a los afluentes febriles de la vigilia, el río murmuró
Las vocales marítimas de la emulación. Él cantó un cántico
Primitivo. Este río atraviesa los valles
Longitudinales de la vocación. Él tiene el movimiento glaciar de una madrugada
Noruega. Él es el configurador de eternos infinitos, el contacto litoral
Con una erosión inútil ─la transformación báltica de los grandes
Vapores oceánicos en la cordillera votiva de las pulsiones meridionales. Él asombra
El perfil sinuoso de la influencia. Él rescató
La proximidad periférica de la conjunción. El río, descendiendo por los márgenes
Brumosos del exilio.
Se trata pues de dar cuentas. Nací entre el llanto
Ininterrumpido de las hilanderas de efemérides y la sombra adriática
Del deseo. Mi ama, de crin esculpida en los furores
De octubre, me presagió el remordimiento maduro en el litoral estéril
De un fruto melancólico. Estañó en mi cuerpo la memoria de una infancia
Gutural. No volveré a beber, en la grada del muelle, las palabras sonámbulas
De un improvisador de desasosiego. No volveré a los márgenes opacos
De una soledad agitada. Intento coagular el nevero solsticial
Del instante. Sin embargo, sé que la alucinación no volverá a golpear
El silencio ennegrecido de la época. Heme aquí desabrigado─deletreando la acidez
Trágica del poema.
Esta pagina vino a mi espíritu. Desciende, como un río, hacia los largos estuarios del amor.



jueves, junio 10, 2004

Esperanza


20



Todas las calamidades habían caído ya sobre la tribu al punto de hablarse de la muerte con esperanza
Un poco más y el suicidio colectivo sería votado y decidido
De este modo por la planicie infinita las voces inseguras se iban poco a poco callando como si la próxima parada fuese la última y lo supiesen
A media tarde las nubes cubrían el cielo y una vaporosa lluvia el suelo de lodo y los hombres con mayor desesperación
Espetaron en la tierra las estacas que eran los pilares de sus habitaciones transportadas y sobre ellas los paños que quedaban de los tiempos en que pocos aceptarían semejante abrigo
Este era el miserable rebaño la piara la manada entregada a los pastos naturales a las lomas pedregosas y hoy a la frialdad esponjosa de una lluvia que rascaba los huesos del cráneo
Casi de noche el hombre y la mujer que se habían escogido para alejarse siempre en la dirección de un bosque que cerraba el cielo
Porque la miseria era extrema y la muerte tal vez viniese más deprisa si las víctimas se mostrasen al descubierto
Sin embargo no sucedió así y debajo de los árboles la gran oscuridad redobló el miedo pero no mucho
Entonces abrazados el hombre y la mujer sin una palabra suplicaron
Y el árbol en el que se apoyaban transidos se abrió por una razón nunca explicada y los recibió dentro de si juntando la sabia y la sangre
Todas las aflicciones se acabaron en aquel instante y la lluvia corría por las hojas y por los troncos como alimento hasta el suelo que las raíces lentamente trabajaban
Así pasó la noche sobre esta paz que no conocía pesadillas
Más al amanecer se oyó del lugar donde quedó la tribu un enorme alboroto un estruendo de gritos y alas y aullidos de metal
Y la mujer y el hombre abrazados dentro del árbol supieron que sus hermanos sufrían una vez más el asalto de los ocupantes y de las fieras
En el año 2093 todavía se contará que cien años antes fue visto un árbol salir del bosque andando sobre las raíces y hacer de sus ramos lazos y lanzas y dardos de las hojas agudas
Y también se dirá que después allá donde fuese la tribu el árbol iba caminando sobre las raíces
Y que debajo de él se abrigaban por la noche o cuando el sol quemaba a los otros hombres y a las otras mujeres que en los primeros días todavía recordaban a los compañeros desaparecidos para siempre en aquella noche en que la muerte casi fue el destino seguro de la tribu
Y todo esto se dirá en los más felices tiempos de 2093


martes, junio 01, 2004

Una cuestión de número



19


Cuando los habitantes de la ciudad se habían habituado al dominio del ocupante
El ordenador determinó que todos fuesen numerados en la cabeza como hace cincuenta años antes se hiciera en el brazo en Auschwitz y otros lugares.
La operación era indolora y por eso mismo no hubo ninguna resistencia ni siquiera protestas
El propio vocabulario sufrió transformaciones y habían sido olvidadas las palabras que expresaban la indignación y la cólera
De este modo los habitantes de la ciudad se encontraron numerados del 1 al 57229 porque la ciudad era pequeña y fue escogida para la experimentación entre todas las ciudades ocupadas
Dos meses después el ordenador registraba valores de comportamiento y diferentes estados de espíritu consonante con el número correspondiente a cada habitante
Entre 1 y 1000 estaba el perfecto éxtasis del yo propio aunque dividido en mil exactas y pequeñas parcelas
Nadie reconocía autoridad a quien tuviese un número superior al suyo lo que explica que el 57229 comiese con los perros y tuviese que masturbarse porque ninguna mujer quería dormir con él
Los habitantes del 1 al 9 se consideraban jefes de la ciudad y vestían según las modas del ocupante
Pero el primero de ellos mandó hacer un aro de oro que suspendía sobre la cabeza como señal de poder y autoridad y hoy basta esa señal para que todas las cabezas se curven a partir del 2
Sin embargo sólo el ordenador sabe que estos números son provisionales y que dentro de veinticuatro horas todos se apagarán para reaparecer en orden inverso
Proceso tan bueno como los animales mecánicos para proseguir con el exterminio de la población ocupada
Pues todas las humillaciones serán retribuidas al cien por uno hasta la muerte
Mientras tanto los ocupantes se distraen en los espectáculos que para su uso todavía funcionan