POPNOX
LITERATURA, NOTICIAS, OPINIONES, FOTOGRAFIA Y ACCIONES CULTURALES MASIVAS.
miércoles, agosto 30, 2006
EL FRACASO DEL J.A.S.P.
Heri Gutiérrez |
domingo, agosto 27, 2006
Les invitamos a conocer y participar de este proyecto, en el que hhablaremos de pol�tica de una forma diferente.
Como parte del proyecto estamos organizando un ciclo de conversatorios con distintos invitados especiales sobre el tema.
Las siguientes conversatorios ser�n:
Martes 29 de agosto, 17h30 en El Conteiner
17h30-18h00 Susana Wappenstein (Soci�loga)
Pr�cticas ciudadanas alrededor de cultura y pol�tica 18h15- 19h15 Mar�a del Carmen Carri�n (Curadora) y Mauro Cerbino (Antrop�logo) Artilugios y artificios en la representaci�n de lo pol�tico. Una reflexi�n sobre la obra de Pierre Huygues La tercera memoria (18h15 proyecci�n del video La tercera memoria).
Mi�rcoles 30 de Agosto, 17h3o en El Conteiner
Las pr�cticas ciudadanas de vigilancia y el ejercicio democr�tico m�s all� de la maquinaria electoral
17h3o-18h00 C�sar Mont�far, de Clave democr�tica
18h00- 18h30 Norman Wray, de Ruptura 25
El siguiente ciclo de sesiones se realizar� en Septiembre. Les mantendremos informados.
Fuente Experimentos Culturales Quito Ecuador
Agencia Asturiana Informal de Noticias
domingo, agosto 20, 2006
sábado, agosto 19, 2006
miércoles, agosto 16, 2006
El Concretismo
Tradición y modernidad en la poesía latinoamericana: El Concretismo Clemente Padín >> El autor Este año, 2006. se cumplirán los primeros 50 años del nacimiento de la poesía concreta. Fue precisamente en 1956 cuando se realizan las históricas exposiciones de Arte Concreto en el Brasil que harían conocer los primeros poemas concretos latinoamericanos dando comienzo a uno de los movimientos poéticos de mayor predicamento en el mundo en esta segunda mitad de siglo. Ante todo trataremos de precisar los alcances de los conceptos "poesía" y "vanguardia". Entendemos por "poesía", no el sentido estricto de género literario caracterizado por el empleo del verso, sino el sentido amplio de objeto artístico capaz de provocar la "emoción poética" (Jean Cohen, 1978), dejando de lado la concepción estrecha de literatura definida por el uso determinante de la significación verbal, por una concepción no tan limitante que admita la expresión de sus contenidos a través de otros sistemas de signos (sin que, necesariamente, se excluya la significación verbal). Por "vanguardia" entendemos toda aquella corriente que proponga elementos informacionales nuevos o inéditos al repertorio del conocimiento social. Esta nueva información disrumpe violentamente en primera instancia en esos fondos del saber social, primero al referido a la poesía, luego el referido a la literatura y al arte para, finalmente, volcarse al repertorio total de la humanidad. Todos los conocimientos ya aceptados socialmente deben reubicarse a la luz del nuevo saber, como ocurrió, p.e., con la Física de Newton frente a la novedad de la Teoría de la Relatividad de Einstein, etc. Sin embargo, debemos precisar que todos los movimientos artísticos (y poéticos) pasan por dos etapas: una, heurística o dionisíaca, de plena erupción de sus innovaciones que se correspondería con los inicios y otra, cincelante o apolínea, que corresponde a los últimos o tardíos aportes del movimiento. En esa primer etapa, p.e., la poética futurista, descalifica el verso, la rima, impone el verso libre, proclama la “parole in libertá”, la libérrima disposición de las palabras en el espacio y las “tavole parolibere”, suerte de collage de textos de diverso tipo, tamaño, orientación espacial, etc., coexistiendo simultáneamente en el espacio del poema. En la segunda etapa, también llamada “constructivista” por su inclinación a la perfección geométrica en la construcción de formas armónicas correlacionadas entre sí y, sobre todo, por la consideración de la palabra en cuanto objeto, los poemas se condensan, abrevian y se contienen en formas sencillas y equilibradas, como en el caso de los poemas de Carlo Belloli y Arrigo Lora-Totino (hacia 1940) de donde, indudablemente, surge la poesía concreta. Por ello, necesariamente, la poesía concreta fue considerada como un fenómeno de post-vanguardia. La poesía concreta surge, más o menos, simultáneamente, en Europa y en Latinoamérica: en 1952 se funda el grupo Noigandres; en 1953 aparece el manifiesto "For Concrete Poetry" de Oyvind Flashtrom en Suecia y en 1953 aparecen las "Constelaciones" de Eugen Gomringer, poeta suizo-boliviano nacido en Cachela Esperanza, Bolivia. Fueron precisamente Gomringer y Decio Pignatari, poeta brasileño, los que acuerdan llamar Poesía Concreta al naciente movimiento poético, en 1955. "Silencio" de Eugen Gomringer Al principio fue la estructura Desde sus comienzos la Poesía Concreta brasileña fue una propuesta dividida en tres tendencias, separadas por sutiles diferencias (de Sá, 1977). La vertiente de mayor irradiación mundial, el grupo Noigandres de San Pablo, fue fundado en 1952 e integró a Decio Pignatari, Haroldo y Augusto de Campos y, posteriormente, a Ronaldo Azeredo, Jose Lino Grünewald, Luis Angelo Pinto y otros. Los mayores aportes vanguardistas de esta tendencia "estructural" de la Poesía Concreta fueron: la descalificación del verso en tanto soporte de la poesía (para centrarse en la palabra) y la valorización del "espacio gráfico como agente estructural", procurando la expresión "directa-analógica", no lógico-discursiva, según el "Plan Piloto para la Poesía Concreta", manifiesto del grupo Noigrandes, editado en 1958. Como ejemplo veamos el poema "Terra" de Decio Pignatari (1956): Para esta tendencia centrarse en la palabra significa estudiarla en todas sus dimensiones: en tanto significación, en tanto sonido y en tanto forma gráfica que establece relaciones estructurales; junto a otras palabras en el blanco de la página. Esta inter-relación se expresa en lo que en el Plan se denomina "verbivocovisualidad", suerte de unidad expresiva que atiende la totalidad comunicativa de la lengua. Históricamente, en una primer etapa, la estructura se organiza siguiendo la figura o la forma del objeto expresado verbalmente, a la manera de los Carmina Figurata del pasado (fase orgánico-fisonómica). En la siguiente, decididamente no-figurativa, se concreta en un isoformismo entre la estructura visual y la verbal (fase geométrica-isomórfica) dando cuenta, así, de la influencia de la Psicología de la Gestald en las actividades del grupo. Como ejemplo de esta última etapa, específicamente concreta, veamos el poema "Tensao" de Augusto de Campos, 1956): No en vano, según el Plan, "el poema concreto, valiéndose del sistema fonético (dígitos) y de una sintaxis analógica, crea un área lingüística especifica -verbivocovisual- que participa de las ventajas de la comunicación verbal". La nueva estructura visual se interrelaciona con la estructura semántica, coincidiendo las informaciones provenientes de ambos campos. Fónicamente las sílabas se comportan como unidades de significación en sí mismas y como unidades rítmicas, pudiendo agruparse en cadencias o en ritmos según el énfasis que se ponga en la lectura. Obsérvese la continua aliteración que provocan las nasales m y n. Asimismo, las oposiciones consonánticas y el juego intervocálico completan la solidez de la estructura fónica acorde con la verbal y la visual. Semánticamente el polo central de "tensao" nuclea las diversas unidades de significación, ya sean monosilábicas (bem) o las generadas por condensación (tam bem) o condensadas a distancia (con ten tam) en una pluritopía que impone imprevisibilidad y ambigüedad significas, bases de la sugestión poética y riqueza estética del poema de Augusto de Campos. A nivel profundo, la verdadera "tensao" ocurre entre los polos semánticos "com som" y sem som", es decir, entre la palabra y el silencio, entre la comunicación y la nada. Esta vertiente de la Poesía Concreta generó una corriente poética tangencial, la Poesía Praxis, desarrollada, entre otros, por Mario Chamie quien, en el postfacio de su libro "Lavra Lavra" (1962) propone una vuelta al verso lineal, valorando las posibilidades expresivas que permiten la semejanza y la proximidad de las palabras, sobre todo, en su índole fónica. La vivencia de lo inefable El neoconcretismo, tendencia impulsada por Ferreira Gullar surge, en sus palabras, como reacción al excesivo "objetivismo de los poetas racionalistas del grupo Noigrandes que intentan imitar a la máquina". Y, más adelante, afirma: En lugar de acentuar las relaciones mecánicas entre las palabras, busqué acentuar el vacío entre ellas, el silencio. La página se tornó, a mis ojos, silencio materializado" (Crespo, Bedate y Gómez, 1963). En su texto "Teoria del No-Objeto" (1960) define lo "no-dicho" como la única fuente de la poesía que se trasmite a través del no-objeto. No es "un anti-objeto sino un objeto especial en el cual se pretende realizada una síntesis de experiencias sensoriales y mentales: un cuerpo transparente al conocimiento fenomenológico, íntegramente perceptible, que tiende a la percepción sin dejar resto. Una pura apariencia". Su formulación poética se sustenta no en la destrucción del verso sino en el replanteo de la sintaxis visual. Las palabras rodeadas por el blanco de la página, aún siendo silencio, funcionan "como un espacio simbólico de ampliación de lo significado(...) El espacio vivencial de la palabras se suma al espacio existencial" (de Sá, 1977). Así, al concitar la participación del espectador como co-gestor y actualizador del poema y, al establecer la preeminnencia del tiempo a la duración en la cual se produce la vivencia transcendental del no-objeto, se fundan las premisas del arte y la poesía de los años siguientes, sobre todo, las formas expresivas que habrían de popularizar el Conceptualismo en su doble vertiente: tanto en las artes de la acción, el happening, la performance, el evento, las ambientaciones o instalaciones, etc., como las artes del lenguaje, volcadas al estudio de las posibilidades del lenguaje verbal, a través del metalenguaje, las paradojas y las autorreferrencias. Veamos someramente un poema neoconcreto de Ferreira Gullar, "Verde Erba", de su libro "Poemas" (1958): La preocupación por la sintaxis visual se superpone a la mera destrucción del verso: "(...) el poema deja de fluir como una frase para concretizarse en el espacio de la página, según las fuerzas de la Psicología de la Gestald." (Ferreira Gullar, 1957). El blanco no como pausa, a la manera del blanco mallarmeano sino como silencio que corresponde a la realización vivencial del momento poético, es decir, como espacio existencial. Así, el "verde" se organiza sintácticamente para permitir que "erba" trasmita su carga expresiva. El "verde" no en tanto representación del color "verde" propio, además del objeto "erba" sino, como dijera el propio Ferreira Gullar, "(...)una presencia concreta que se percibe sobre el espacio real del mundo", una suerte de presentación física del objeto a través de su representación lingüística, la palabra "verde" adjetivando a "erba" que irradia toda su fuerza expresiva como si la hubiéramos visto u oído por primera vez. Al concitar la participación del espectador como co-gestor y actualizador del poema y, al establecer la preeminencia del tiempo a la duración en la cual se produce la vivencia transcendental del no-objeto, se fundan las premisas del arte y la poesía de los años siguientes, sobre todo, las formas expresivas que habrían de popularizar el Conceptualismo en su doble vertiente: tanto en las artes de la acción, el happening, la performance, el evento, las ambientaciones o instalaciones, etc., como las artes del lenguaje, volcadas al estudio de las posibilidades del lenguaje verbal, a través del metalenguaje, las paradojas y las autorreferencias. Poema- objeto de Osmar Dillon, hoja de papel doblada que concita la participación del lector: en tanto manipula el poema descubre su sentido. Por ello, Ferreira Gullar, habla del poema en tanto “no-objeto” cuya existencia se concreta cuando es manipulado y leído. La fisicalidad del poema La tercer vertiente de la Poesía Concreta brasileña se relaciona con la obra de Wlademir Dias-Pino quien presentó, en aquella histórica exposición, los poemas "A Ave" y "SOLIDA". "A Ave" (1956) es un libro-poema en el sentido de que el poema sólo existe gracias a la existencia física del libro. La fisicalidad, su índole objetual, las páginas, etc., son partes integrantes e intransferibles del poema: es imposible transponer el poema a otros lenguajes o a otros soportes. El poema se construye y se "lee" en tanto se manipula: la textura del papel, su grosor y tamaño, su transparencia y color, el número y forma de las páginas, las perforaciones, las líneas que intentan orientar la lectura, etc., son elementos primordiales, custodios de la significación que el "lector" debe descubrir o, mejor dicho, recrear a partir de su repertorio de conocimientos y vivencias. La información contenida en el poema está íntimamente ligada a las propiedades físicas del libro y ella hace que sea su exclusivo canal. El otro poema capital que presentó Dias-Pino fue SOLIDA (1956), base del concepto de "versión" desarrollado por el Poema/Proceso. El poema con clave léxica La elaboración radical de las propuestas de Wlademir Dias-Pino que hemos examinado parcialmente dio origen hacia 1962 a la formación poética constituída por íconos y palabras que darían sentido a aquellos. Dos años más tarde, en 1964, en la revista Invençao, nro. 4, los poetas paulistas Luis Angelo Pinto y Decio Pignatari proponen algo similar que Augusto de Campos llamó "poemas pop-cretos", creyendo ver en ellos manifestaciones del Pop Art, de moda en aquellos años. En virtud de su inmensa irradiación mundial el grupo Noigandres quedó como creador del poema semiótico y de su derivación natural, el poema proceso (ya que, en opinión de algunos críticos el Poema/Proceso no es más que el poema semiótico sin clave léxica), lo que, en realidad, corresponde al poeta cuiabano Dias-Pino. Más tarde el propio Decio Pignatari, reconoce públicamente estos hechos pero su rectificación no tuvo la debida difusión. Veamos, como ejemplo, el siguiente poema semiótico de Dailor Varela (1967) en el cual podemos seguir todas las vicisitudes de la comunicación / incomunicación, es decir, todas las formas que puede asumir la relación entre dos entidades opuestas que explicita la clave léxica de traducción iconográfica: En una primera etapa, ambos sectores, es decir, la narración y la clave (en este caso actuando como si fuera el repertorio total) no se mezclan ni interponen respetando las reglas de lo representante/representado. Pero, más adelante, el código no sólo interviene en la "narración" de los íconos sino que, incluso, se introduce en el texto, llegándose a construcciones de gran riqueza estética en virtud de la autorreflexibilidad extrema que suelen alcanzar (como finalmente acaece con el Poema/Proceso). Si la poesía tiende hacia la indistinción y la pérdida de sentido entonces, el poema semiótico fue una avanzada que concluiría, en el Poema/Proceso, con el abandono parcial de la palabra. El proceso se superpone a la estructura El Poema/Proceso nace a raíz de la lectura crítica de las obras de Wlademir Dias-Pino. Oficialmente surge en 1967 a través de diversas manifestaciones públicas y de los manifiestos Proceso: Lectura de Proyecto (1967) y Poema/Proceso: Situación Límite (1968) y cierran sus actividades en 1972 con otro manifiesto Parada: Opción Táctica. Luego de 5 años intensa y proficua actividad, en la cual participaron cientos de poetas brasileños tal cual ha quedado documentado en el libro de Wlademir Dias-Pino, Proceso: Lenguaje y Comunicación (1971). Los mayores aportes del Poema/Proceso pueden agruparse en 4 items: en primer lugar el concepto de "proceso", punto inicial de la creación, opuesto al inmovilismo de la estructura poética del grupo Noigrandes y, también, opuesto al espacio metafísico y existencial del neoconcretismo de Ferreira Gullar. En segundo lugar el concepto de "matriz" y el concepto de "versión" que se establecen como una solución al consumo pasivo y elitista. Luego la idea de "proyecto" que permite el consumo colectivo de la obra de arte o del poema y, finalmente, el concepto de "contraestilo", concebido como una solución al consumo y creación individualista. El proceso, núcleo de la creación, está constituido por las relaciones de devenir e intercambio entre los elementos de una estructura dada, es decir, la forma que adopta depende en la forma en que los elementos del poema interactúan entre sí. El poema debe transmitir esos procesos y no estructuras estáticas e inamovibles. La versión aparece como una solución al consumo de la obra única, tal cual lo definió Walter Benjamin (1973), expresión de un privilegio. La versión permite al consumidor operar sobre el poema que se le ha propuesto creando, así, sus propios poemas. Como ejemplo veamos el Poema/Proceso de Dailor Varela, "Signo", comentado por tres de sus mayores exponentes: Wlademir Dias-Pino: "1.- espacio; 2.- punto en el espacio; 3.-ampliación del punto; 4.- símbolo y 5.- signo". (1971) Moacy Cirne: "En Dailor Varela el espacio surge (...) para dar el punto (...) que se amplía (...) y se torna letrismo (...) culminando con la palabra signo (...) en una programación estética topológica, aunque los recursos creativos sean visuales(...) las cinco estructuras: en la primera (las tres estructuras iniciales) la estructura topológica es más acentuada; en la segunda interviene lea letra como elemento del propio espacio circular y, en la última, interviene la palabra constituida como sistema lingüístico, el signo del signo". (1975) Alvaro de Sá: "De hecho, es a partir de la deformación topológica del espacio verbal que se contrae en el cuarto momento que se ve impedida la realización del discurso. De ahí se anuncia la implosión del blanco que ahora se revela como área del discurso y el mismo signo del soporte de la escritura. Y es como signo que implosiona en el quinto momento. El efecto de esta implosión es la palabra, pero se trata de la representación verbal del proceso de creación del signo verbal". (1983) El tercer aporte teórico-práctico del Poema/Proceso que rompe finalmente con las limitaciones de material y de concepción es el proyecto. Ahora sólo es preciso describir la matriz del poema, a la manera de un arquitecto que dibuja su proyecto en un plano y deja en manos de los constructores la ejecución de la obra de acuerdo a los materiales e instrumentos que posean. Por último el contraestilo trata de oponerse al individualismo que genera el estilo, formas y maneras del hacer y del decir fácilmente reconocibles que los artistas y poetas van concretando en el correr del tiempo en la medida en que van redundando y copiándose a sí mismos. El contraestilo tiende a romper ese círculo vicioso propiciando, no meras copias y reproducciones seriadas, sino obras realmente nuevas que aportan elementos formales inéditos y desconocidos al fondo social del saber. En relación a la conocida expresión de Dias-Pino: "Poesía para ser vista y sin palabras", conviene agregar que, también, según el mismo autor "El Poema/Proceso no pretende terminar con la palabras, así como no tiene la necesidad exclusiva de afirmar que el libro, hoy, es un objeto obsoleto. Lo que el Poema/Proceso reafirma es que el poema se hace con el proceso y no con palabras". Para completar esta parte veamos un Poema/Proceso de Nei Leandro de Castro, "Descomposiçao do nu", expresión ambivalente que juega con la significación de "nu" en tanto "desnudo" y/o apócope de "número" (1969) Cada unidad numérica, del 1 al 9, se expresa autorreferencialmente de acuerdo a sus unidades. Así, cada número consta de las mismas unidades de expresión que la cantidad que señalan. La descomposición de cada número asume las formas propias de la simbología sexual y/o erótica. Conclusiones que no cierran Luego de esta breve panorámica de la Poesía Concreta brasileña y de sus principales derivaciones, el poema semiótico y el Poema/Proceso, pocas dudas quedan de la riqueza y versatibilidad de la experimentación cuando se aplican a sistemas tan cerrados como, al parecer, lo era la poesía. Pero no se trata del experimentalismo que se reduce a la manipulación de lo ya sabido y aceptado por el sistema vigente, substancia del epigonismo, sino de la verdadera empiria, La que cuestiona lo monolítico del saber en cada área del conocimiento (no se olvide que éstas son interinfluyentes y que cualquier avance en cada una de ellas se trasmite, aunque sea tangencialmente, a todas las demás (también las involuciones, inevitablemente). Tal la poesía concreta: no sólo cuestiona las bases de la poesía tradicional (su sintaxis, lo que implica la desaparición del verso) introduciendo novedades formales que provocan cambios irreversibles en la poesía, tal cual se venía practicando hasta ese momento, sino que, además, pone en duda la legitimidad de su sistema (y estructuras) significante, es decir, la lengua (sobre todo a partir del poema semiótico). De allí lo subversivo en la poesía. Lo que Blaise Cendrars apreciaba como "riesgo" o Dias-Pino como "radicalidad". No sólo expresaría lo inefable y lo transcendente (o lo espúreo) de la existencia humana, sino que, en última instancia, pudiera demoler la tan cimentada estructura simbólica de la sociedad (porque pone en duda sus sistemas de representación) incluyendo todo el sistema de relaciones que el hombre ha elaborado para ponerse de acuerdo con el mundo y con sus semejantes. Precisamente sobre aquellos sistemas y los medios masivos por los cuales se trasmitirían se fundamentan los sistemas de control societario. La nueva información que produce la experimentación poética también genera comunicación inquiriente que induce a nuevas respuestas y nuevas interrogantes que provocan nuevos avances en virtud del abanico de posibilidades que abre en relación a hechos y conocimientos que se creían eternos y no relativos. Bibliografía citada Benjamin, Walter - Discursos Interrumpidos I, Madrid, España, Taurus, 1973 Cirne, Moacy - Vangarda: um Projecto Semiologico, Petropolis, Brasil, Vozes, 1975 Cohen, Jean - Estructura del Lenguaje Poético, Madrid, España, Gredos, 1978 Crespo, A. Bedate y P. Gómez - Situación de la Poesía Concreta, Separata de la revista Cultura Brasileña, nr. 5, Junio, 1963, Madrid, España Chamie, Mario - Lavra-Lavra, San Pablo, Brasil, Massao Ohno, 1962 - Palavra, Rio de Janeiro, Brasil, 1963 De Campos, Augusto - Poesía 1949-1979, San Pablo, Brasil, Duas Cidades, 1979 De Sá, Alvaro- Vangarda: Produto de Comunicaçao, Petropolis, Brasil, Vozes, 1977 Dias-Pino, Wlademir - A Ave, Cuiabá, Brasil, Igrejinha, 1956 - SOLIDA, Río de Janeiro, Brasil, del autor, 1962 - Processo: Linguagem e Comunicaçao, Petropolis, Brasil, Vozes, 1971 Fahlstrom, Oyvind- Manifiest for Concrete Poetry, en Literally Speaking, antología de Bo Ejeby, Goteborg, Suecia, 1993 Ferreira Gullar - Teoria del No-Objeto, Rio de Janeiro, Brasil, Jornal do Brazil, 1959 - Poemas, Rio de Janeiro, Brasil, Espaço, 1958 Garnier, Pierre - Spatialisme et Poésie Concrète, Paris, Francia, Gallimard, 1968 Gomringer, Eugen - Constellations, Berna, suiza, 1953 - Du vers a la Constellation, Berna, Suiza, revista Augenblick, 1955 Jameson, Friedrich - El Posmodernismo o la Lógica Cultural del Capitalismo Tardío, La Habana, Cuba, revista Casa de las Américas, nr. 155-156, Marzo-Junio 1986. Kuhn, Thomas- La estructura de las Revoluciones científicas, México, México, Fondo de Cultura Económica, 1971 Padín, Clemente - De la Représentation a l´Action, Marsella, Francia, Ed. Polaires, 1975 Pignatari, Decio - Semiotica & Literatura, San Pablo, Brasil, Ed. Cortez & Morais, 1974 Pignatari, Decio, Augusto y Haroldo de Campos - Plan Piloto para la Poesía Concreta, San Pablo, Brasil, revista Noigandres, nr. 2,.1958 - Teoría de la Poesía Concreta, San Pablo, Brasil, Invençao, 1965 Vigo, Edgardo Antonio - De la Poesía/Proceso a la Poesía para y/o a Realizar, La Plata, Argentina, Diagonal Cero, 1970 Fuente Revista Malabia |
:: Malabia :: arte, cultura y sociedad | a�o 3 n�mero 25 | agosto 2006 Barcelona | Montevideo | La Plata
SUMARIO
Entrevista a Juan Jos� Saer. Mempo Giardinelli. Juan Jos� Saer. Ficci�n, realidad, literatura... Silvia Larra�aga. Verde y negro. Juan Jos� Saer. Editorial. Entrevista a Onetti. Alberto Coust�. Poemas. Cristina Peri Rossi. Bruno Ballester. Tomar Medidas. Cerraduras Germ�n Machado. Tradici�n y modernidad en la poes�a latinoamericana: El Concretismo. Clemente Pad�n. El sue�o de la muchacha en el tiempo. Alicia Migdal. Teor�a del Habitar. "M�quinas del Habitar. Consideraciones sobre la t�cnica en el hogar". Arq. Fernando F. Gandolfi, D.I. Mar�a del Rosario Bernatene, D.I. Pablo Miguel Ungaro y D.I. Roxana Garbarini. Reflexi�n en torno al discurso sobre danza. Alejandra Cosin. Casa sobre el arroyo. Luis Eduardo Mart�nez. Miguel Brieva. Cuento. Josu� Mart�nez S�nchez. A perman�ncia de Onetti. Adelto Gon�alves Onetti: La pluma en el pa�s que no existe. Federico Nogara "TLON, UQBAR, COMICS, TERTIUS". Thomas Dassance Al portugu�s. Carlos Vitale y Rolando Revagliatti. Espacio de pensamiento descentralizado. El matadero Juan Mildenberger Nel Amaro / Giorgio el Mikele / libros / archivo / enlaces
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Direcci�n: Federico Nogara. Arte y realizaci�n: Guillermo P�rez Ravent�s. Armado y dise�o: Mar�a Eugenia Molinero Correcci�n: Martha Giordano.
http://www.revistamalabia.com.ar/
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martes, agosto 15, 2006
Carlos Monsiváis y la poesía: Laberintos de la memoria. Por Juan Domingo Argüelles.
El ejercicio de la memoria se asocia indiscutiblemente con la poesía, ha dicho Carlos Monsiváis (Ciudad de México, 1938) con entero conocimiento de las virtudes mnemotécnicas que, desde tiempos remotos, se han atribuido al lenguaje poético que también es ritmo, concentración de significados, belleza decantada y triunfo de la inteligencia y la sensibilidad. Publica La Jornada Por Juan Domingo Argüelles Siguiendo a Alfonso Reyes, el autor de “Entrada libre” advierte que quien no memoriza la poesía es casi imposible que llegue a gustarla profundamente, pues en su esencia el poema apela al don de la memoria. Para Monsiváis, los poetas son "los más formidables ordenadores de la experiencia cotidiana", pues gracias a ellos y al lenguaje decantado del poema, en cualquier momento, un verso vuelve a la memoria y aclara o ilumina una experiencia, o bien vuelve más dolorosa y por supuesto más profunda una determinada situación. Monsiváis ha confesado que la memorización, con Rubén Darío como deslumbrante guía, fue la puerta por la que entró al universo poético, fascinado, maravillado, instalado en la alucinación del lenguaje, en el espectáculo magnífico de la palabra, como cuando leyó, para ya no olvidarlos jamás, estos versos de la "Marcha triunfal": ¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines. La espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines. O como cuando se recreó con la música y las armonías todas de "Del trópico", que hoy, más de medio siglo después, siguen intactas en su memoria y en su sensibilidad: ¡Qué alegre y fresca la mañanita! Me agarra el aire por la nariz; los perros ladran, un chico grita y una muchacha gorda y bonita, junto a una piedra, muele maíz. Un mozo trae por un sendero sus herramientas y su morral; otro, con caites y sin sombrero, busca una vaca con su ternero para ordeñarla junto al corral. Pero antes, ya Homero y la Ilíada con su arranque inolvidable ("Canta, oh diosa, la cólera de Aquiles..."), lo sacudieron tremendamente, lo conmovieron y lo entusiasmaron a grado tal de saber que la poesía es algo que cambia la manera de enfrentar los eventos cotidianos y que modifica radicalmente la existencia. Poco más tarde lo sabría, ya sin ninguna vacilación, gracias a Pablo Neruda y López Velarde, a través, por ejemplo, del "Nuevo canto de amor a Stalingrado" y de La sangre devota y La suave Patria. Con la poesía de Carlos Pellicer, Salvador Novo, Amado Nervo, José Juan Tablada, Octavio Paz, etcétera, y regresando una y otra vez a López Velarde, Monsiváis reafirmó aquella certeza de modo concluyente. "La poesía –concluyó entonces– me enriquece la intensidad de lo que vivo." En febrero de 1989, tuve el honor de entrevistarlo extensamente, y tuve también la ingenua osadía de preguntarle: "¿Nunca has escrito poesía?", a lo que él con generosa tolerancia y con suma modestia respondió: "Intenté la poesía de adolescente, y en un momento de suprema lucidez (uno de los raros momentos en que la lucidez me poseyó por completo y vi con claridad mi rumbo y mi destino y sentí el aletazo de la suprema sabiduría), abandoné cualquier pretensión al respecto. No tenía que ver con la poesía. Ahora, soy un amante fervoroso de ella, y por sistema traduzco y creo que como traductor soy decoroso, pero como poeta hubiera vivido ocultando los libros. Entonces, prefiero reconocer esa ignorancia de las musas respecto de mi persona, y ser un buen frecuentador de la poesía, nada más." Pese a esta declaración que, al parecer, nos cancela toda expectativa del Monsiváis poeta, como lectores desearíamos que el autor de Días de guardar haya venido ocultando algunas páginas si no con poemas de amor sí con sátiras y parodias, y que algún día se atreva a hacerlo salir de la clandestinidad. La lucidez para leer en la poesía, su rigor para valorarla y su generosidad crítica para antologarla, son algunas de las deudas impagables que México tiene con el autor del Nuevo catecismo para indios remisos, quien en 1966 llevó a cabo la antología La poesía mexicana del siglo XX , una de las empresas más recordadas y celebradas en la historia de las letras nacionales del siglo pasado; una antología que es aún vigente aunque el paisaje intelectual y sentimental de México se haya modificado en los últimos cuarenta años. En octubre de 1966, el Carlos Monsiváis que ponía término a su autobiografía precoz diciendo "tengo veintiocho años y no conozco Europa" –y del cual afirmaba su editor que tenía en preparación una novela, una biografía de Salvador Novo y una historia del cine mexicano–, había debutado ya en las letras con La poesía mexicana del siglo XX (Empresas Editoriales, 1966), anterior en unos meses a la célebre Poesía en movimiento, de Octavio Paz, también publicada en 1966. En una carta enviada el 18 de agosto de ese año, desde Nueva Delhi, a Arnaldo Orfila Reynal, director de Siglo XXI Editores, Paz expresaba con gran entusiasmo: "Acabo de recibir la antología de Monsiváis. Después de aquel ensayo de Cuesta, El clasicismo mexicano, no había leído nada mejor sobre poesía mexicana moderna. Un estudio de primer orden. Agudo, enterado, bien escrito... Su antología es muy completa y, al mismo tiempo, exigente." A tal grado entusiasmó a Paz La poesía mexicana del siglo XX que sugirió a Alí Chumacero, Homero Aridjis y José Emilio Pacheco (sus co-antólogos en Poesía en movimiento) que fuese incluida la siguiente nota, a manera de advertencia, en la obra selectiva que tenían en proceso: "La presente selección [es decir Poesía en movimiento] no es, ni quiere ser, una ‘antología’... La reciente aparición de La poesía mexicana del siglo XX de Carlos Monsiváis cumple con creces este propósito. En sus páginas el lector interesado puede encontrar una penetrante historia crítica de nuestra poesía moderna y una selección, a un tiempo amplia y rigurosa, de sus tendencias y nombres representativos." Al final, ante las reticencias de Orfila, esta nota no se incluyó, pues, con celo editorial, el director de Siglo XXI veía en esas líneas una suerte de celebración a la competencia. Octavio Paz era ya desde entonces un autor consagrado, con una obra de repercusión nacional e internacional y con más de cincuenta años de edad, frente a los veintiocho de Monsiváis, y sin embargo la lectura de La poesía mexicana del siglo XX tuvo la virtud de entregarle algunas revelaciones, como lo reconoce en esa misma carta a Orfila Reynal. Le dice: "La lectura de la antología de Monsiváis me lleva a proponer que se incluya también en el Grupo ii a Jorge Hernández Campos. No lo conocía. Me parece muy bueno. Podrían incluirse por lo menos dos poemas: ‘Tú eres piedra’ y ‘El Presidente.’" Y en una carta posterior, dos días después, ante el temor de que Alí Chumacero y José Emilio Pacheco hicieran más amplia la selección de Poesía en movimiento, como ya le habían propuesto, Paz externa sus reservas a Orfila en el siguiente tenor: "Le diré con toda franqueza lo que pienso: después del libro de Carlos Monsiváis, la antología que ustedes quieren publicar no tiene la menor posibilidad de éxito. Será simplemente una repetición, con pequeñísimas variaciones y sin el principal atractivo del libro de Monsiváis: su estudio crítico sobre la evolución de la poesía mexicana en lo que va del siglo. Ésta es la razón última y definitiva que me hace pedirles, una vez más, que acepten de verdad el criterio de la aventura o mutación. Es el único que justifica la aparición de una nueva antología." El 22 de septiembre de ese mismo año, en otra carta, Paz insistía: "Con esta carta le envío el nuevo prólogo... He terminado mi trabajo. El libro podrá salir pronto si Alí y Pacheco aceptan mis proposiciones relativas a ciertas selecciones de poemas... Ojalá que José Emilio haya recogido algunas de mis observaciones acerca de las notas, tales como reducir las largas a la extensión convenida de una página y las leves modificaciones que sugiero a las de Aridjis, Montes de Oca, Pellicer y Tablada. No deje de enviarme un ejemplar por aéreo del libro. Gracias de antemano. También recortes de prensa. Temo que el libro, después del de Monsiváis, pase desapercibido..." A lo largo de los años, y desde entonces, a pesar de diferencias y desacuerdos, Octavio Paz siempre apreciaría la labor y la obra de Carlos Monsiváis, de quien en 1991, en el prólogo del tomo cuarto de sus Obras completas, afirmó: "Otro centro de atracción y repulsión ha sido Carlos Monsiváis. Ejerce la crítica como una higiene moral y también como un combate; por fortuna, a veces él mismo se convierte en un campo de batalla: entonces pelean en su interior sus ideas y sus prejuicios, la fidelidad a su partido y su amor a la literatura." Tampoco se equivocó Emmanuel Carballo, uno de los animadores de esta obra que emprendió Monsiváis, cuando en el prólogo a la autobiografía del joven escritor afirmó: "Por fin, a mediados de este año [1966], Carlos dio a las prensas su primera obra crítica, y los resultados favorables no se han hecho esperar. Desde 1928 en que aparece la Antología de la poesía mexicana moderna firmada por Jorge Cuesta y que expresa los puntos de vista de los Contemporáneos, no se había publicado en México una selección de poemas tan rigurosa y brillante como La poesía mexicana del siglo XX , de Monsiváis. Se trata de una obra que no pretende quedar bien con Dios y con el diablo, con las preferencias muy personales del antólogo y los juicios de valor que por establecidos se han vuelto lugar común. A partir del prólogo, Monsiváis da a entender claramente que su único criterio es el estético y que su actitud es inflexible: es decir, que prefiere arriesgarse antes que cometer la deslealtad de aceptar sin discutirlas las preferencias ajenas." Añade Carballo que "si se compara con obras similares, La poesía mexicana del siglo XX se distingue por estas características: responde a una nueva toma de conciencia, la de los años sesenta, de lo que es entre nosotros el fenómeno poético; distante en el tiempo de ciertos periodos vociferantes y de ciertos autores venerados o deturpados con idéntica vehemencia, puede enjuiciar sin fanatismo, absolver sin remordimiento y disminuir sin complacencia. Equidistante de cualquier actitud sectaria, a favor del arte comprometido o en contra de la expresión lúdica, sitúa poetas y poemas con objetividad y depurado gusto estético." Cronista y biógrafo de Amado Nervo, Salvador Novo y Octavio Paz; crítico puntual y lúcido lector de la obra de Ramón López Velarde, Alfredo R. Placencia y Francisco González León; penetrante estudioso de la marginalidad literaria y poética de Renato Leduc, ese glorificador de la intrascendencia en los altares de la Santísima Trivialidad; gozoso crítico de la gran poesía de Luis Cernuda; observador entusiasta y estudioso de la popularidad poética de Jaime Sabines, Carlos Monsiváis está más cerca de la poesía de lo que a veces, por modestia, ha querido hacernos creer. Pocas lecturas tan sagaces como la suya a propósito de las herejías sensuales y sexuales de Ramón López Velarde, el más feliz y blasfemo pecador que ha tenido la poesía católica de México, característica de la que no se han enterado ni siquiera hoy muchos católicos por falta de afición lectora. Por lo demás, no cualquiera emprende una antología de la poesía mexicana y sale tan magníficamente librado si no es porque conoce a la perfección la obra que antologa y la que deja de antologar, en un trabajo no sólo de afinidades electivas, sino también de reconocimiento de la diversidad y la divergencia. Monsiváis ha leído y releído, también, con deleite y con mirada crítica, a Salvador Díaz Mirón, Manuel José Othón, Manuel Acuña, Juan de Dios Peza, Antonio Plaza, Efrén Rebolledo, Guillermo Aguirre y Fierro, Manuel Gutiérrez Nájera, José Juan Tablada, Alfonso Reyes, Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta, José Gorostiza, Gilberto Owen, Efraín Huerta, Rosario Castellanos, Rubén Bonifaz Nuño, Jaime García Terrés, Eduardo Lizalde, Hugo Gutiérrez Vega, etcétera, y conoce muy bien la producción lírica de las nuevas generaciones, desde David Huerta y Ricardo Yáñez hasta Ricardo Castillo y Luis Miguel Aguilar. Sus lecturas en la poesía son un acercamiento incisivo que revela hallazgos y profundiza en el conocimiento de lo inasible, de lo inaprensible del lenguaje lírico. Sabe perfectamente que la poesía no trata de lenguaje sino de la vida, y en su lectura crítica y emotiva se afana en encontrar esa parte de la vida que nos entrega el poema como descarga eléctrica de la sensibilidad y la inteligencia. En su autobiografía precoz, el joven Monsiváis recrea la ocasión en que el poeta Enrique González Martínez visita su escuela secundaria e inaugura la biblioteca que, a manera de homenaje, ha sido bautizada con el nombre de El hombre del búho. Lo que más recuerda de ese suceso es a Enrique Lizalde declamando "Tuércele el cuello al cisne" y el hecho de que la ignorancia poética de las autoridades educativas hayan dicho en la presentación de González Martínez que éste era "el gran poeta de La suave Patria". En esas páginas juveniles, Monsiváis rinde dos tributos que reivindicará con el tiempo. "De Carlos Pellicer –dice– me atrae el genio poético, la vitalidad de los sentidos y su capacidad viajera que a mí, antimarcopolo, me sigue provocando espasmos de envidia." El otro tributo poético es a Octavio Paz de quien afirma que es sin duda la influencia profunda, transformadora de las nuevas generaciones literarias, y enfatiza: "En su poesía aprendimos, entre otras cosas, a ver por fin asimilado a un país que antes había cumplido simplemente funciones de cobertura, escenografía, decorado." Pero si a un poeta ha estudiado y disfrutado profundamente Carlos Monsiváis, ese poeta es Ramón López Velarde. En el espléndido estudio de su antología poética del siglo XX afirma que "con él se consuma significativamente la agonía de algo que podría denominarse el ‘siglo XIX mexicano’, cuyo sentimentalismo se ve expresado en formas que al serle hostiles o ajenas lo desconocen y niegan." En esas páginas preliminares de la magnífica antología por él preparada, como punto de vista crítico y como propuesta fascinada de lectura, anticipa los juicios, referencias y tributos que persistentemente aparecerán a lo largo de su obra. Incluso en sus crónicas y en sus ensayos, Monsiváis juega y parodia con el lenguaje lírico, hace suya la poesía para trasladarla a un lenguaje común que es el mejor modo que tiene un lector de apropiarse de la esencia poética. En López Velarde, Monsiváis encuentra una teología popular donde el pecado es el otro nombre que se le puede dar a la sensualidad. Halla también que el autor de Zozobra vierte sus devociones y sus obsesiones en un universo vivificado más que momificado, como comúnmente lo presenta la utopía evocativa de la historia oficial. "Como obra poética y como fenómeno cultural –explica–, López Velarde es definitivo. No sólo amplía y vigoriza una literatura. También le permite a una colectividad contemplarse idealizadamente –aun sin haberla leído, gracias a la natural comunicación social de las grandes obra– en una poesía que funde impresiones o nociones consideradas antagónicas... López Velarde vuelve tradición cultural la vida de provincia y, por tanto, en vez de declararla utopía, como se ha dicho, la instala irremisiblemente en el pasado, mito no de la realidad sino de la estética." En López Velarde el autor de Amor perdido encuentra el furor de gozar y de creer, todo lo cual es vertido en un ensayo espléndido que así se titula y en el cual afirma que "en López Velarde es obsesión casi omnímoda la identidad entre el culto religioso y la pasión sensual. O mejor, en la poesía de López Velarde es muy profunda la unidad entre la contemplación mística de lo sexual, y la sexualización del mundo de las alegorías y los símbolos religiosos." Advierte que el autor de La sangre devota se ampara en la fe, no como una coartada sino como un espacio de incorporación, y desde dicho espacio usa de modo reiterado la técnica de veneración de lo mundano con el lenguaje devoto, que en otros sería blasfemia: "condensa la tradición en imágenes verbales y visuales, sostenidas por una profesión de fe". A Carlos Monsiváis debemos una de las interpretaciones más fieles y lúcidas del sentido poético lopezvelardeano: "trasladar el idioma litúrgico a la vida cotidiana; explorar las interminables relaciones entre el pecado fragmentario y la gracia totalizadora; mostrar la vida sexual como un sacramento inesperado; extirpar el lugar común a base de una adjetivación inesperada y un estilo equivalente al despliegue del rito católico; triunfar sobre el pecador que es uno mismo a través de la belleza orgiástica, puesto que el ideal de castidad es inaccesible; reconciliar los extremos mediante la ‘moral de la simetría’". Vindicador del López Velarde vanguardista, Monsiváis encuentra que el autor de El son del corazón no sólo es el poeta mexicano más nacional por todo cuanto remite su obra al pasado y al mito fundacional, sino porque también es uno de los más injustamente desconocidos en el mundo de habla hispana. Si bien su carácter nacional "significa la presunción ideológica de que una obra poética concentra la esencia de la comunidad", y que además La suave Patria "estimuló la cauda de incensarios cívicos" (a pesar de las lecturas inteligentes de Villaurrutia y Paz), la condición nacional de López Velarde resulta muy cómoda para muchos que desean ahorrarse la interpretación crítica; esa interpretación crítica en la que Monsiváis ha sentado magisterio y que ha conseguido que leamos con mayor provecho a este complejísimo y a la vez directo poeta mexicano. En su libro biográfico, Salvador Novo: Lo marginal en el centro (México, Era, 2000), Monsiváis señala que quienes inauguran la poesía moderna en México son José Juan Tablada, Ramón López Velarde y Carlos Pellicer, y que a las contribuciones de éstos se suma la de Novo, no menos moderna pero en su tiempo un tanto relegada a fuerza de no ser tomada en serio. En su escritura, cada título y cada subtítulo de los libros y los textos de Monsiváis son guiños constantes de sus lecturas, de la asimilación de la cultura popular, pero muy especialmente de la cultura poética que en su caso es vasta y expansiva, y que va del bolero al tango, del soneto al verso libre, de la lírica a la épica, en constante parodia del lugar común y en constante celebración al hallazgo singular del lenguaje esencial que es la poesía. Y si de poesía popular se trata, no olvidemos que a Monsiváis se debe una disfrutable selección de 56 boleros (Madrid, 1999), que van de "Amar y vivir" a "Vete de mí", pasando por "Amor perdido", "Bésame mucho", "Dos gardenias", "Inolvidable", "Lágrimas negras", "Noche de ronda" y "Perfidia"; es decir, de Consuelo Velázquez, a Pedro Flores, Miguel Matamoros, Agustín Lara y un gran etcétera. No en vano uno de sus libros lleva por título Amor perdido. Estos guiños cultos de Monsiváis van de Whitman a Darío, de Neruda y Vallejo a Manuel Acuña, de Gutiérrez Nájera a Sabines, de Leduc a Paz, en un juego interminable de correspondencias, asonancias y consonancias donde lo referencial de la poesía no sólo es el lenguaje y el ritmo, sino también la lucha por los significados. La cultura poética de Monsiváis es también un juego de provocaciones para el lector que puede ser seducido en cualquier momento por una frase feliz, por el verso afortunado puesto ahí como si nada, para que la poesía deje de ser resonancia exclusiva de grupos minoritarios en medio de las abrumadoras minorías que leen preferentemente prosa y preferentemente novelas. Para Monsiváis, la referencia poética es una suerte de magisterio de la educación cultural. En una entrevista de 1986 se lo dijo a Cristina Pacheco: "La lectura de poesía es una especialización restringida a grupos minoritarios en todo el mundo... La prosa es el vehículo de la nueva relación de fuerzas entre las antiguas metrópolis y las antiguas colonias." Casi una década antes, en 1978, al preguntarle Margarita García Flores por sus libros formativos, comienza por citar algunos títulos de narrativa y ensayo, pero en seguida agrega: "El problema de una lista de preferencias literarias es su carácter infinito y la compulsión de catálogo a que te induce. Luego, falta agregar a los poetas predilectos, en mi caso muchísimos: Neruda, Kavafis, Lorca, Vallejo, Quevedo, Whitman, Góngora, Borges, Lezama Lima, Ginsberg, López Velarde, Novo, Pellicer, Villaurrutia, Sabines, Verlaine, Rimbaud, Cernuda, Lowell, Gil de Biedma. Conste que ni jerarquizo ni creo posible la jerarquización, porque ante la poesía prescindo de cualquier pose de crítico y me dedico a usarla compulsivamente para mis friqueos y mis depresiones y mis entusiasmos. En este sentido, nadie me ayuda tanto como Kavafis para reconstruir mis nostalgias eróticas o sentimentales, ni nadie tanto como Góngora, Borges o Pellicer para apantallarme ante la brillantez de la lengua, ni nadie tanto como Quevedo o Novo para entender la maledicencia como una de las bellas artes." A decir de Monsiváis, en los poetas reconoce su genio para hacer del lenguaje una profecía en sí misma "y convertir la memorización puntual de sus textos en vislumbramiento que modifica la percepción social y espiritual". Más aún: "Los poetas, al ampliar el lenguaje, amplían considerablemente la visión del mundo de sus lectores y discípulos (cada uno de los grandes poemas del canon instantáneo de la época equivale a un magisterio). Y esta resurrección o recreación del lenguaje es sueño compulsivo de un porvenir desbordante en sensaciones a la altura de los poemas." Por ello, "al ensancharse el ámbito de la sensibilidad, se impulsa hasta el paroxismo la experiencia de la vida como agudización de los sentidos". Dedicados parcial pero también esencialmente a la poesía, Monsiváis ha publicado los libros biográficos o de crónica biográfica Adonde yo soy tú somos nosotros (2000), sobre Octavio Paz; Lo marginal en el centro (2000), sobre Salvador Novo, y Yo te bendigo, vida (2002), sobre Amado Nervo. En su libro, Aires de familia: Cultura y sociedad en América Latina (2000), con el cual mereció en España el XXVIII Premio Anagrama de Ensayo, Monsiváis dedica varias páginas del ensayo "Ínclitas razas ubérrimas" (Darío, por supuesto), a la reflexión y celebración en torno de la poesía y los mitos de la cultura iberoamericana que se esencializan en la poesía. En el último capítulo de la Historia general de México (1976), que coordinó don Daniel Cosío Villegas, el autor de Los rituales del caos dedica todo un apartado a la poesía en su excelente estudio que con modestia tituló "Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX ". Otro ensayo suyo, agudo y esclarecedor, sobre la poesía de López Velarde, forma parte del libro Minutos velardianos (1988), coordinado por Elisa García Barragán e injustamente plagado de erratas, tantas que podría decirse que es un libro de erratas con algunos párrafos inexplicablemente limpios. Súmese a éstos los ensayos, artículos y prólogos que ha escrito a los libros, antologías y obras poéticas reunidas de autores como Luis Cernuda, Jaime Sabines, Renato Leduc, Hugo Gutiérrez Vega, etcétera. Lo más parecido a un poema que ha escrito Monsiváis es el "Informe confidencial sobre la posibilidad de un mínimo equivalente mexicano del poema Howl (El aullido) de Allen Ginsberg", incluido en las páginas de su primer libro de crónicas, Días de guardar (1970). Pero Carlos Monsiváis no ha pretendido nunca ser un poeta, sino un gozador, un recreador y un divulgador de poemas. Reivindicando a Borges, él podría decir en su mejor y más fidedigno estilo paródico: "Que otros se jacten de las páginas de poesía que han escrito;/ a mí me enorgullecen las que he leído." Fuente Escuela de Letras |
La Tarrancha llanza nel ciberespaciu el so primer single maketeru "EXITencia", <./index.php?idn=3297>
El grupu de ska-fusi�n ta acabante de sacar a la cai y mas concretamente d'espublizar tema esbillau del so trabayu QLT?
Redacci�n
La Tarrancha nuna actuaci�n
El grupu de ska-fusi�n La Tarrancha ta acabante de sacar a la cai y mas concretamente d'espublizar nel ciberespaciu el so primer "single maketeru" "EXITencia", tema esbillau del so trabayu QLT? que va ver la lluz en prosimes feches. La idega de La Tarrancha ye dar a conocer "EXITencia" atraves d�internet a tol mundu posible polo que recomienda la so masima llibredifusi�n.
El tema foi compuestu por La Tarrancha y grab�u por Jgel y Jman de FF Producciones y semeya y dise�u portada de Delfo.
El grupu va tar actuando dientro poco nel festival Solarana Rock de Burgos, el 12 d�Agosto, y una selmana depu�s, el 19, nel festival entamau pola Asociaci�n Cultural Astur SoundSystem na sala Savoy.
El grupu hebo desmentir hai un par de meses la so desapaici�n, faciendo al mesmu tiempu l'anuncia de cambios na so formaci�n.
Fuente AsturNews
Agencia Asturiana Informal de Noticias
domingo, agosto 13, 2006
Rogelio y la memoria histórica
FRANCISCO JOSÉ FARALDO En Madrid, en los últimos años cincuenta, los lecheros repartían su mercancía subidos en unos vehículos que a los niños nos fascinaban. Se trataba de unos artefactos construidos a partir de bicicletas en las que se había sustituido la parte delantera por un gran cubo de madera con ruedas. Todas las mañanas el lechero aparecía pedaleando al fondo de la calle General Varela y las madres encargaban a los niños cambiar la botella vacía del día anterior por otra llena de una leche espesa y recién ordeñada que el hombre sacaba de una de las cajas apiladas en el interior del cubo. Los niños admirábamos la potencia de las piernas del lechero para mover aquel armatoste y, sobre todo, la velocidad que era capaz de imprimirle en las zonas más llanas del recorrido. Así conocí a Rogelio, el lechero. Estuve un montón de años recogiendo la leche sin intercambiar con él otras palabras que el reglamentario saludo de buenos días. Cuando me hice mayor empecé a frecuentar las tabernas del barrio y un día me encontré al lechero en una de las tascas. Comenzamos a hablar y allí nació una amistad no muy frecuente entre personas que se llevan treinta años de edad. Al principio conversábamos sobre asuntos intrascendentes. Yo estaba obsesionado con el triciclo, aunque él ya hacía el reparto con otro compañero en una furgoneta, y en una ocasión llegamos a visitar el taller donde se lo habían fabricado, esperando una ocasión en que mi situación económica me permitiera encargarme uno. Pero, una tarde, en la taberna de costumbre, Rogelio me miró a los ojos y me dijo: -Tú también eres de la cáscara amarga, ¿verdad? Era a principios de los setenta. No sé cómo había sabido que mi ausencia del barrio durante varios días se debía a una detención en una manifestación estudiantil, y aquello abrió la puerta a una relación que fue completamente distinta a partir de entonces. Poco a poco fui conociendo su biografía. Había nacido en Ávila y era un vencido de la guerra civil. Al contrario que su familia, desde muy joven simpatizó con las ideas de izquierdas, y se alistó como miliciano cuando se produjo la sublevación militar. En Belchite fue hecho prisionero por las tropas del general Varela y, después de pasar por un batallón disciplinario, estuvo encarcelado 12 años en diferentes prisiones. Salió en 1952 y un hermano que tenía una vaquería en Madrid le dio trabajo. Fue entonces cuando se subió al triciclo y le conocimos los niños del barrio. Hoy tiene 89 años y está en una residencia de ancianos cerca de su antiguo lugar de trabajo, en nuestro barrio de siempre. No parece peligroso. Sabe lo de la ley del Gobierno sobre reparación de los sufrimientos ocasionados por la dictadura, pero debe de ser un vencido raro, porque no da saltos de alegría, ni se comporta como un resentido que ve llegada la hora de la venganza. Cuando le conté lo de la ley de marras, se limitó a mirar por la ventana y me dijo: -Mi hermano tenía la vaquería en la calle General Yagüe. Durante muchos años he pedaleado día a día por calles que se llaman General Varela, General Margallo, General Orgaz, Mártires de Paracuellos, Capitán Haya... Eso ha sido lo peor de todo. Tener que llevar los ojos clavados en el manillar para no ver esas placas que ponían en marcha la memoria. Ya estamos en 2006, ¿no? Y cada vez que me sacan a dar un paseo, sigo sin poder mirar hacia arriba. Era bueno aquel triciclo que tanto te gustaba. Subiendo las cuestas se te quitaban las ganas de pensar. Desde la ventana de la residencia de Rogelio se ve el nombre de la calle donde se ubica: GeneralMoscardó. Francisco José Faraldo es coordinador de Área Ibérica. |
sábado, agosto 12, 2006
miércoles, agosto 09, 2006
lunes, agosto 07, 2006
Barataria Teatro lleva'l monólogu 'Solo para Paquita' a los escenarios escoceses
La pieza 'Solo para Paquita' ye un monólogu d'Ernesto Caballero interpretáu maxistralmente pola actriz moza Patricia Rodríguez Redacción La compañía entreguina Barataria Teatro, del director Roberto Corte, participa estos díes nel encuentru de teatru El Fringe (Edimburgo) con 'Solo para Paquita', un monólogu interpretáu pola actriz Patricia Rodríguez, nel que'l personaxe protagonista busca nel universu femenín, dende'l desconciertu y la contradicción desesperada. Pa la ocasión, la compañía asturiana va facer representación de la obra n'inglés, nuna versión de Beatriz González Carbajal, revisada por Richard Caldwell-Jones. Depués d'éxitos de públicu y crítica como 'Hasta que la boda nos separe' y 'Gasolina con capullos', pieza escrita n'asturianu pol propiu Roberto Corte a comuña col poeta Chechu García, Barataria Teatro llega a la capital escocesa con 'Solo para Paquita', depués de llevar ocho representaciones d'esta pieza per Asturies. Fuente AsturNews |
sábado, agosto 05, 2006
ESPÍRITU EGOCHEAGA
Llevo más de veinte años practicando atletismo, concretamente pruebas de velocidad. En todo este tiempo, las páginas de los diarios, los programas de radio y televisión, especializados o no, se han visto sembrados de noticias sobre el resultado positivo de un análisis, respecto al consumo de productos dopantes, recogidos en la lista de prohibidos por el Comité Olímpico Internacional ( COI ), de deportistas de cualquier especialidad, Ben Jonson, Jorg Mülleg, Gurpegui, Landis,... Y la lista es interminable. Las sustancias proscritas, van desde los anabolizantes, esteroides o ciertas hormonas, fabricadas por el propio cuerpo humano o sintéticas, introducidas artificialmente, hasta opiáceos, cocaína e incluso algunas otras que son de consumo diario por cualquier persona enferma. El daño causado al DEPORTE “ con mayúsculas” es enorme. Pensemos, si nos deja la canícula del estío, en un niño cuyo ídolo futbolista, atleta o nadador es vilipendiado públicamente por tramposo, por participar fuera de la ley. Y en estas edades, e incluso en el caso de ciertos adultos, mal informados, el problema se acrecienta por el efecto imitación. El irracional ¡ A lo mejor si me la juego, no me cogen...!; pero que desgraciadamente a la larga pasa factura y convierte el hígado en los riñones en paté. Si a usted esto le resulta difícil de entender; recuérdese en la tertulia del bar o en “chiringuito de la playa”, refrescándose con unas cañas o unos “culinos” de sidra, animando cada verano a su ciclista favorito, en la Vuelta, Tour o Giro... ¡Menudo Chasco! El positivo de... Hay muchas personas que se sienten engañadas, frustradas y mancilladas por qué alguien descubrió que la figura del momento tenía “los pies de barro”. Vamos; qué no era limpio, oiga. Dirán seguramente: ¡Jo, Justin Gatlin, el último campeón olímpico de los 100 metros, era un tramposo... Quizás Asafa Powell, recordman de la distancia, también lo sea!... Y posiblemente temblarán. Otros se pueden plantear la disyuntiva entre cortar de cuajo y ser un “Torquemada” en la Inquisición contra el dopaje o la “barra libre” para todos. Sobre esto debemos ser claros y tener mucho ciudado. El que se dopa y consigue una marca estratosférica, antes de haber dado ese paso, ya era un “crack”, o en Román Paladino un “ fuera de serie”. Nadie que corra los cien metros en once segundos, por tomar sustancias, va a ser campeón del mundo; mejorará, como mucho, tres décimas, no más. Mi consejo es que se olviden de todo. Los que amamos el deporte, no a la doble moral que lo corrompe, y lo consideramos una manera de desarrollarse personalmente, de disfrutar de un entorno, de unos amigos o unas sensaciones, sabemos que aquella persona que vive para entrenar, que cobra por ello y por lograr unas marcas o unos goles cada temporada, no son deportistas en la esencia del concepto. Son profesionales del deporte, que es algo distinto. Son trabajadores a los que se les exige una productividad, cada vez superior, y que recurren a todo tipo de “ayudas” para conseguirlo. Deportista es el jugador de fútbol que, después de salir de trabajar o de sus clases, va al entrenar diariamente bajo las inclemencias del tiempo, el chico que tuerce clavos en las pistas de atletismo, asfalto de las ciudades o campos de nuestra Asturias, o del resto del mundo, y todos los que, teniendo su principal actividad en otros terrenos, dedican parte de su tiempo libre a hacer deporte. Deportista es, un gran amigo y mejor persona - en este caso el tópico si que es cierto - Jorge Egocheaga; que en silencio, sin que nadie se entere, casi de puntillas, por que le gusta y disfruta con ello, escala todos los “ochomiles” de nuestro planeta. El mismo que hace quince años, con igual humildad y honestidad, se peleaba con la pértiga por volar cerca de los cinco metros, cuando el resto de compañeros de prueba “raspaban” los cuatro. Hoy tiene que servirnos de ejemplo a todos los que amamos el deporte, por su capacidad de superación, por poder despojarse de todo atisbo de egoísmo para volver a subir a la cima e intentar salvar a los miembros de otra “cordada” que habían quedado en peligro...Y sin dar publicidad de tal hazaña. Aun recuerdo cuando, hace unos años, un periódico le entrevistó tras un fallido intento de cumbre y con síntomas de congelación en alguno de sus dedos . Nada dijo entonces sobre el socorro que, como médico, sirvió a una cordada de alpinistas Chilenos, creo, que días después hicieron público su agradecimiento en todos los medios de comunicación. Eso es la actitud vital de un deportista; nunca los cabezazos a los contrarios, las salidas de tono o la supercompensación que ciertas figuras mediáticas reflejan en los distintos soportes, por falta de autoestima. Heri Gutiérrez García |
viernes, agosto 04, 2006
CLOSING TIME QUITO
CONVOCATORIA La convocatoria para participar en Closing TIme Quito es con el proposito de conformar un colectivo que produzca un film digital de ficción que se presentará dentro del marco de la XV BIENAL DE PARIS, en el mes de octubre del presente año, y que se trabajará en la sede del proyecto en Quito, el Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas - Universidad San Francisco de Quito. CLOSING TIME trabaja sobre las formas de anticipación a través de la ficción. En tres sedes ubicadas en: - Quito: Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas - Universidad San Francisco de Quito. - Bilbao: Fundación Bilbao Arte. - París: Universidad de la Sorbona. trabajan simultáneamente en una red internacional de práctica artística. Cada Departamento, conectado por videoconferencia al resto, determina su propia singularidad dentro del proyecto general. Así mismo, cada Departamento cuenta con dirección propia coordinada y establece sus herramientas y formatos temáticos en relación al esquema general y planteamiento discursivo del Closing Time. Closing Time analiza por medio de la acción, los formatos de la realización y transmisión cultural. Closing Time fabrica su propia alternativa de discurso, efectos de difusión y visualización. Closing Time trabaja en el argumento inestable del ahora buscando nuevas posibilidades al documento y a su acción mediante la anticipación, imaginando bases posibles o utópicas más allá del principio archivístico de la crítica inmaterial o del mapeado de la contrarealidad documental. Closing Time es arte ficción, AF, la discontinuidad del tiempo imaginario ante la “linealidad” de lo real... CLOSING TIME QUITO: leyendas no lineales CT UIO propone pensar a: La leyenda como relato atemporal que se construye y altera a través de la oralidad por la necesidad de socialización. La leyenda produce fragmentos de sentido por medio de la interacción, movida por el deseo y el afecto. Fragmentos que modifican/ficcionan el contexto a partir de la deconstrucción del mismo lenguaje oral. La leyenda como Subtítulo y Pie de página es un discurso de trayectorias paralelas que resignifican el contexto. El desplazamiento hacia la posibilidad… Closing Time Quito propone tambíen varios proyectos paralelos de sonido (en la Plaza del Teatro Sucre), plástica (en El Conteiner y la Alianza Francesa de Quito) y video (en el cine OCHOYMEDIO), que se llevarán a cabo durante el mes de octubre. Para inscribirse en el proceso de participación debera llenar el formulario que encontrará en la página web: www.closingtimequito.net. en la que encontrará mayor información acerca del proyecto y de las instituciones participantes. Una vez emitido el formulario, recibirá un e-mail para deteriminar una fecha para su asistencia al CASTING sin fines actorales determinado por las respuestas que emita a nuestro cuestionario. El último plazo para las inscripciones es el día 15 de agosto del presente año. Si desea mayor información del proyecto contactese con nosotros a: closingtimequito@gmail.com o navegue por nuestro sitio web: www.closingtimequito.net |
COQUETEANDO CON EL "ACCIONISMO VIEN�S"(ORGIAS,SEXO,SANGRE,VIOLENCIA,
VISCERAS,ETC.)REPARTA INDISCRIMINADAMENTE,O SELECCIONANDO A LOS DESTINATARIOS,CORTES DE MANGA DE SU MEJOR FACTURA.
pd: en la acci�n cotidiana del dia 2 de agosto se col� uina "errata",y donde decia FRED ASTAIRE,como todos ustedes se darian cuenta sobradamente,tenia que decir GENE KELLY.
Perd�n y gracias.
NEL&PULGU
Agencia Asturiana Informal de Noticias